Ensayo de variedades de cebolla de día corto con material obtenido mediante ajillos

Relación completa de autores: Catalina Tascó Rodríguez; Carlos Díaz González; Carlos Rodríguez López; Belarmino Santos Coello

La cebolla es una hortaliza en la que la elección de la variedad es el aspecto más importante para el éxito. Es fundamental saber en qué momento sembrar cada variedad. En nuestras condiciones edafoclimáticas, el calendario de plantación de cebollas es más amplio que en otras latitudes más elevadas, pues los inviernos son suaves y permiten el cultivo de esta hortaliza. Esta circunstancia nos permite cosechas precoces que ni siquiera tienen competencia en el mercado, pues son las que primero se producen en el territorio español.

En el mercado local el precio de las cebollas empieza a subir en noviembre, llegando a su máximo en enero-febrero. Las cebollas que se pueden recoger en esos meses son las que se siembran entre finales del verano y principios del otoño. Sin embargo, es difícil encontrar variedades que se adapten bien al cultivo en esta época del año, ya que deben ser variedades de día corto que tengan un ciclo precoz, para así evitar que el ciclo se alargue demasiado y de lugar a plantas de cebolla con el cuello grueso o subidas a flor.

Por otra parte, el uso de ajillos o microbulbos como material vegetal de partida para la “siembra” permite el adelanto de las producciones y posibilita la mecanización del cultivo. La finalidad de este ensayo es observar el comportamiento de algunas cebollas de día corto plantadas a finales de verano con material vegetal procedente de ajillos que con la intención de conseguir mayor precocidad se decide optar por la plantación de microbulbos en lugar de plántulas.

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